Thursday, April 8, 2010

Ser líder

Ahora no se trata del liderazgo que a mi parecer está mal enseñado. Ese del decir a los de abajo y muchas veces considerados menos, qué hacer. No hablo del jefe ejecutivo, del gerente de sucursal o del director de empresa. Claro que esos bien llevados hacen que todos caminen al mismo ritmo.

Liderazgo desde mi ótpica se trata entonces sobre la capacidad que cada uno de nosotros tenemos para contagiar a nuestro compañero de trabajo, a nuestro amigo, a nuestro jefe, hasta al policía o cualquier otro funcionario público (ojalá). Ese contagio de hacer que el de a lado, dedicándose a lo que se dedica lo haga bien, lo haga con gozo, lo haga pensando en el fin, en alcanzar objetivos a un mediano plazo. No a largo plazo porque al largo plazo ya no vamos a estar aquí.

Se trata de jalar y empujar a los demás a brillar, a ser proactivos, a tener iniciativa. ¿Para qué? única y exclusivamente para ser mejores personas. Para sonreír de manera sincera. Para dejar las críticas que tienen por objeto disminuir a la gente ante los ojos de la demás gente. Se vale criticar pero con el afán de que el criticado supere el motivo de la crítica.

En el lugar que estemos pensar en que estamos en un todo, pensar y convencernos de que lo que hago yo tiene consecuencias entonces se trata de un liderazgo de buscar sólo consecuencias positivas que muevan a ese todo hacia adelante.

Hay que valorar en donde estamos y percatarnos que tiene sentido estar ahí, Que si yo no camino, los demás se frenan también. Busca tu todo, lo que te mueva y en donde te sientas útil. Entonces ahí, siéntete y sábete indispensable.

Cuestiona, reta, motiva, sugiere, actúa, enfrenta miedos, rétate, no recites problemas, implementa las soluciones.

 Sentirse valios, significativo, que la vida importa, que el mundo de alguna manera será aunque sea un poco mejor porque estoy aquí.

Todos necesitamos innovación, todos necesitamos inspirar a nuestros compañeros, todos necesitamos aprehender el cambio, todos necesitamos ser responsables por los resultados, 

Monday, April 5, 2010

Accepting limits


It's absurd to look at a three year old toddler and say, "this kid can't read or do math or even string together a coherent paragraph. He's a dolt and he's never going to amount to anything." No, we don't say that because we know we can teach and motivate and cajole the typical kid to be able to do all of these things.
Why is it okay, then, to look at a teenager and say, "this kid will never be a leader, never run a significant organization, never save a life, never inspire or create..."
Just because it's difficult to grade doesn't mean it shouldn't be taught.
Never mind a teenager. I think it's wrong to say that about someone who's fifty.
Isn't it absurd to focus so much energy on 'practical' skills that prep someone for a life of following instructions but relentlessly avoid the difficult work necessary to push someone to reinvent themselves into becoming someone who makes a difference?
And isn't it even worse to write off a person or an organization merely because of what they are instead of what they might become?

Del Blog de Seth Godin